REDUCE EL CONSUMO GENERAL DE TU
EMPRESA
Decide en qué puedes reducir
gastos. Este es probablemente el comienzo más prudente y efectivo para
volverse ecológico y puede empezar a ahorrar el dinero de tu compañía
rápidamente, dándote un incentivo para seguir adelante. Algunas sugerencias
para empezar incluyen:
Observa lo que tu empresa usa
y desperdicia, como energía, suministros y otros materiales. Asegúrate que veas
todos los aspectos de tu negocio y hagas una lista de áreas donde puedes
recortar gastos.
Revisa el uso de papel de la
compañía. ¿Cuánto papel utiliza tu negocio a diario? ¿Puedes cortar los gastos
en este aspecto? Cambia a digital los procedimientos para dar recibos a tus
clientes y pagar tus cuentas. Escanea los contratos importantes y mándalos por
e-mail en vez de imprimirlos y mandarlos por correo. Disuade a tus trabajadores
de imprimir cada e-mail o cualquier otro documento. En vez de eso, enséñales a
tus trabajadores cómo organizar sus e-mails, para que no tengan que depender de
copias. Anímales a leer en la pantalla; esto es una habilidad, no un talento, y
es algo que todos pueden aprender. Cuando sea necesario imprimir, usa ambos
lados del papel. Para asegurarte que las personas recuerden esto, es útil que
programes la impresora para que imprima por ambos lados. También puedes
programar tu fax para que no imprima las páginas de confirmación.
Revisa los aparatos de tu
negocio y la maquinaria para revisar la eficiencia energética y la fiabilidad. Otra
área donde puedes reducir el consumo y el desperdicio es en los aparatos y la
maquinaria. Asegúrate que todo el equipo esté actualizado y funcionando
apropiadamente para asegurarte que no esté gastando energías o recursos. Aunque
no sean tan nuevos, si funcionan bien, mantenerlos en buenas condiciones
dándoles mantenimiento regular, etc. Puede asegurar que sean ecológicos.
Asegúrate de entrenar
apropiadamente a tus empleados para que usen el equipo que necesitan usar. Esto
ayudará a asegurar que los trabajadores no cometan errores o gasten recursos.
Mantente al tanto de
actualizaciones de software que puedan hacer más eficientes a tus computadoras.
Mantén las instalaciones y
utilidades en buen estado. Incluso las cosas que tu compañía no está
usando directamente para hacer productos o vender pueden gastar demasiada
energía y desperdiciar recursos.
Revisa las cosas como los
grifos y escusados. Si tienes un grifo que gotea o un escusado averiado,
arréglalo. De esa manera, no estarán desperdiciando agua día y noche. Y los
empleados y clientes no se preocuparán por usar las instalaciones.
Asegúrate que tu personal
apague todas las luces y el equipo al final del día para evitar gastar energía
cuando nadie esté en la oficina. Es de mucha ayuda asignar a alguien para que
sea responsable de esto. Pon señalizaciones en la oficina para recordárselo a
todos. Después de tres meses, pon gráficas de comparación en los ahorros de
energía gracias a los esfuerzos de los empleados; esto ayudará a motivarlos a
seguir haciéndolo.
Cambia a aparatos
energéticamente eficientes. Las bombillas fluorescentes usan de un 15 a
20% de la energía de una bombilla incandescente, duran más y producen la misma
cantidad de luz.
Averigua si tu estado tiene
reembolsos ecológicos o incentivos para reducción de energía. Muchos
estados te ayudarán a cambiar aparatos viejos, bombillas, aislamiento,
reemplazos de ventanas, etc.